Un potente e inusual terremoto que sacudió Marruecos el viernes por la noche dejó más de 800 fallecidos y cientos edificios dañados desde la histórica ciudad de Marrakech hasta localidades en la cordillera del Atlas. Se espera que la cifra de víctimas aumente a medida que los rescatistas llegan a las zonas remotas más afectadas.
Un hombre dijo que estaba de visita en un apartamento cercano cuando los platos y los tapices comenzaron caer, así como la gente, ya estuviesen de pie o sentados. Una mujer explicó que huyó de su casa tras una “intensa vibración” y un hombre con un niño en brazos contó que se había despertado por el temblor.
Los equipos de emergencias buscaban sobrevivientes entre los escombros de los edificios y sus chalecos amarillos reflectantes brillaban en la oscuridad. El sismo abrió un enorme agujero en una cara y un auto quedó casi sepultado bajo los trozos de un edificio derrumbado.
En Marrakech, la famosa mezquita de Koutoubia, construida en el siglo XII, sufrió daños, aunque su alcance no estuvo claro de inmediato. Su minarete, de 69 metros (226 pies) de alto, es conocido como el “techo de Marrakech”. Los marroquíes publicaron en internet videos que mostraban partes dañadas en la famosa muralla roja que rodea la medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Al menos 820 personas murieron, en su mayoría en Marrakech y en cinco provincias próximas al epicentro, y otras 672 resultaron heridas, indicó el Ministerio del Interior marroquí el sábado en la mañana. De los heridos, 205 estaban en estado grave, agregó.
El responsable de una localidad próxima al epicentro dijo a la web noticiosa marroquí 2M que varias viviendas en pueblos cercanos se habían desplomado total o parcialmente, y en algunos lugares no había electricidad y las carreteras estaban cortadas.
Abderrahim Ait Daoud, funcionario en Talat N’Yaaqoub, indicó que las autoridades trabajan para despejar carreteras en la provincia de Al Hauz para que pudiesen pasar las ambulancias y la ayuda a las poblaciones afectadas. Pero la gran distancia existente entre las localidades de montaña supone que habrá que esperar para conocer el alcance de los daños.
Al Hauz es conocida por sus espectaculares paisajes del Altos Atlas y por los pueblos amazigh enclavados en las laderas de las montañas.
El ejército y los servicios de emergencias trataban de llevar la ayuda a las zonas afectadas, pero las carreteras de acceso a la zona montañosa próxima al epicentro estaban atestadas de vehículos y cortadas por las piedras caídas, lo que ralentizaba las operaciones de rescate. Camiones cargados con mantas, catres de campaña y equipos de iluminación intentaban avanzar hasta la región más afectada, reportó la agencia noticiosa oficial, MAP.
En las empinadas y sinuosas curvas de la carretera entre Marrakech a Al Hauz, las ambulancias que circulaban con las sirenas puestas y los autos vadeaban los montones de roca roja desprendidos de la ladera que bloqueaban la calzada. Trabajadores de la Cruz Roja se afanaban en retirar una piedra que bloqueaba la autovía de dos carriles.
A última hora de la mañana, en Marrakech, las ambulancias y motocicletas zumbaban a las afueras de la ciudad antigua, o medina, donde se había recuperado la normalidad. Los turistas y transeúntes sorteaban los obstáculos en la carretera y tomaban fotos de los tramos del muro de arcilla ocre que se agrietaron, arrojando trozos y polvo sobre la vereda y la calle.