Los haitianos se muestran escépticos ante la oferta de Kenia para dirigir una fuerza policial internacional destinada a combatir la violencia de las pandillas que ha asolado la nación caribeña.
Los abusos sexuales y el devastador brote de cólera que acompañaron a las fuerzas extranjeras en las últimas décadas no inspiran demasiada confianza. Pero los haitianos sostienen que el derramamiento incontrolado de sangre deja muy pocas opciones más.
Florence Casimir, una maestra de primaria, dijo que aunque las intervenciones internacionales pasadas han perjudicado a Haití, sus abusos no se comparan con la brutalidad de las bandas, que secuestran a sus alumnos y obligan a sus padres a pagar cuantiosos rescates.
«Nunca será mejor (que las intervenciones pasadas), pero en este momento la población haitiana no tiene elección», afirmó Casimir. «El pueblo haitiano no puede luchar solo».
Desde que en octubre el primer ministro, Ariel Henry, instó al mundo a desplegar una fuerza armada para luchar contra las pandillas, Naciones Unidas ha tenido dificultades para convencer a un país de que lidere los esfuerzos para restaurar el orden en la nación caribeña, debido en parte a la polémica por las misiones de mantenimiento de paz previas. Una posible iniciativa liderada por Estados Unidos o la ONU no ha despertado demasiado interés y Washington tsin éxito de convencer a Canadá para que se pusiese al frente del operativo.
Mientras esa búsqueda continuaba, la guerra entre las pandillas siguió empeorando y provocó una oleada de cientos de secuestros y la aparición de fuerzas parapoliciales que se toman la justicia por su mano. A día de hoy, se estima que los grupos armados controlan un 80% de la capital, Puerto Príncipe.
Kenia se ofrecido a enviar 1.000 agentes para ayudar a formar y asistir a la sobrepasada policía haitiana y señaló que su objetivo es «restaurar la normalidad en el país». Esta semana, Estados Unidos dijo que presentará una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU para autorizar la fuerza.
«Esta no es una fuerza de mantenimiento de paz tradicional», apuntó la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, en una conferencia de prensa.
La propuesta de Kenia ha generado debate entre los haitianos ya que muchos desconfían de las intervenciones internacionales tras los fracasos y los abusos cometidos por los integrantes de estas fuerzas durante décadas.